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¿Debería realizarme la lipoescultura? Factores a tener en cuenta

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Para muchas personas, el espejo se convierte en juez. La ropa ya no cae igual, el abdomen resiste cualquier esfuerzo, la papada persiste en las fotos. Ante eso, algunos encuentran en la lipoescultura una alternativa para recuperar el contorno perdido, o simplemente para afinar su figura. Pero, ¿cuándo es una buena opción? ¿Qué riesgos existen? ¿Y cómo saber si es realmente para ti?

Lipoescultura: decisión estética y emocional que debe tomarse con información

La lipoescultura no es una moda, ni una solución milagrosa. Es una cirugía mayor que debe tomarse con criterio médico, emocional y estético. Como lo señala la Dra. Maria A. Verduzco, miembro de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), “es un procedimiento que puede transformar cuerpos, pero solo debe realizarse en contextos seguros, con profesionales certificados y pacientes bien informados”.

¿Qué es exactamente la lipoescultura?

La lipoescultura es una técnica quirúrgica que permite extraer grasa localizada de distintas zonas del cuerpo —abdomen, caderas, espalda, brazos, muslos, papada— mediante cánulas delgadas conectadas a un sistema de succión. A diferencia de la liposucción tradicional, la lipoescultura busca no solo reducir volumen, sino moldear la figura de forma armónica, realzando líneas musculares o curvas naturales.

En algunos casos, la grasa extraída se purifica y se reinyecta en otras áreas para generar volumen, como los glúteos, mamas o rostro. Esta técnica se conoce como lipotransferencia o lipofilling.

Existen variantes como la lipoescultura láser, la asistida por ultrasonido (VASER), la de alta definición (HDL) o la lipo 4D. Todas buscan el mismo objetivo: lograr resultados más precisos, con menor sangrado y recuperación más rápida.

¿Quiénes son candidatos ideales para este procedimiento?

Los mejores candidatos para la lipoescultura son personas que:

  • Tienen un peso corporal estable y cercano al ideal.
  • No presentan obesidad (IMC menor de 30).
  • Cuentan con grasa localizada que no desaparece con dieta o ejercicio.
  • Tienen buena calidad de piel (sin flacidez excesiva).
  • No fuman, o han suspendido el tabaco con antelación.
  • Están en buen estado de salud general.
  • Poseen expectativas realistas.

“El peor escenario es operar a quien busca en la cirugía una solución emocional. La lipo no cura el desamor, ni compensa la inseguridad. Solo tiene sentido si parte del amor propio y el deseo de sentirse mejor en su propia piel”, comenta la Dra. Lina Triana, actual presidenta de ISAPS.

El paso a paso: ¿cómo es el proceso?

Todo comienza con una consulta especializada. Se toman medidas, se evalúa el IMC, se revisan antecedentes clínicos y se estudia el tipo de piel. También se solicitan exámenes prequirúrgicos (laboratorio, electrocardiograma, pruebas de coagulación, entre otros).

La intervención puede durar entre 2 y 5 horas, dependiendo de las zonas tratadas. Se realiza bajo anestesia general o sedación, en quirófano habilitado. La grasa se extrae mediante cánulas que pasan por pequeñas incisiones (2-5 mm). En caso de transferencia, esta grasa se procesa e inyecta en la nueva zona.

  • Se usa faja compresiva durante al menos 6 semanas.
  • Es fundamental asistir a sesiones de drenaje linfático.
  • Se deben evitar ejercicios intensos durante 4-6 semanas.
  • La inflamación puede tardar 2 a 3 meses en desaparecer.
  • El resultado definitivo se ve entre los 4 y 6 meses.

“El éxito de la cirugía depende en un 50% del postoperatorio. No seguir las recomendaciones puede echar a perder el mejor trabajo quirúrgico”, señala el Dr. Luis Fernando Reyes, miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica.

Riesgos y complicaciones: ¿qué puede salir mal?

Aunque es una cirugía segura cuando se realiza en manos expertas, existen riesgos. Entre ellos:

  • Hematomas o seromas
  • Infecciones
  • Irregularidades o asimetrías
  • Necrosis grasa
  • Trombosis venosa profunda (TVP)
  • Embolia grasa (en casos extremos)

Por eso, nunca debe realizarse en lugares sin habilitación sanitaria, con personal sin formación quirúrgica o con promesas milagrosas a bajo costo.

¿Y si no soy candidata? Alternativas no invasivas

Si el especialista determina que no eres candidata ideal para una lipoescultura, existen tratamientos alternativos:

  • Criolipólisis (congelamiento de grasa localizada)
  • Ultrasonido focalizado
  • Radiofrecuencia corporal
  • Cavitación
  • Estimulación electromagnética de alta intensidad

Estas tecnologías no sustituyen a la cirugía, pero pueden ser efectivas en casos leves o como mantenimiento posterior.

Testimonios reales: lo que piensan quienes ya se operaron

“Después de mis dos hijos, el abdomen no volvió a ser el mismo. Me alimentaba bien, hacía ejercicio, pero seguía viéndome ‘inflada’. Decidí operarme en Clínica Loyola y fue la mejor decisión que tomé. No fue fácil, la recuperación es incómoda, pero al mes ya sentía que había recuperado mi cuerpo”.

“Soy entrenador y tenía buen estado físico, pero grasa en la parte baja del abdomen. Me hice lipo HD con transferencia a glúteos y la diferencia es brutal. Me siento más seguro incluso en redes. Lo volvería a hacer, pero con el mismo equipo médico”.

Impacto psicológico: más allá del cuerpo

La cirugía estética también tiene efectos emocionales. Según un estudio de la Universidad de Basilea (Suiza), el 81% de los pacientes que se someten a una cirugía corporal electiva reportan una mejora significativa en su autoestima y en su percepción social, siempre que exista estabilidad emocional previa.

No obstante, la cirugía no es un recurso para tratar trastornos de imagen, depresión o ansiedad no diagnosticada. “Hay que saber cuándo decir que no. Un buen cirujano no opera a quien quiere parecerse a alguien más o busca aprobación externa”, apunta la Dra. Nadine Semer, autora del libro Practical Plastic Surgery for Nonsurgeons.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto cuesta una lipoescultura?

En Colombia, el costo promedio varía entre 10 y 25 millones de pesos, dependiendo de la técnica, la experiencia del cirujano, las zonas tratadas y si se realiza o no transferencia de grasa.

No. Se recomienda reposo relativo de al menos 7 días. Si el trabajo es de oficina y no implica esfuerzo físico, podrías reintegrarte a los 10 días, pero siempre con autorización médica.

Sí, pero no inmediatamente. Se recomienda reanudar la actividad física moderada a partir de la semana 4 y el ejercicio intenso después de la semana 6.

Sí, si mantienes un peso estable. Las células grasas extraídas no se regeneran, pero otras pueden crecer si hay aumento de peso.

Mitos y verdades sobre la lipoescultura

Clínica Loyola: cuando la lipoescultura se convierte en una experiencia integral, segura y transformadora

En Clínica Loyola, somos profesionales en Odontología, Ortodoncia invisible, implantes dentales, cirugía plástica, medicina estética y mucho más.

No se trata solo de mejorar el contorno del cuerpo. En Clínica Loyola entendemos que someterse a una lipoescultura va mucho más allá de lo estético. Es una decisión que compromete la salud, las emociones, la autoestima y la vida entera de quien la toma. Por eso, nuestro enfoque no comienza ni termina en el quirófano: empieza con una escucha honesta, sigue con una valoración médica rigurosa, y se extiende con un acompañamiento completo antes, durante y después de la cirugía.

Desde hace más de 33 años, miles de pacientes han confiado en Loyola para realizarse procedimientos estéticos con el respaldo de un equipo humano altamente capacitado y con tecnología de vanguardia. Y esa confianza no se construye en campañas ni en redes: se construye con resultados reales, con ética, con responsabilidad y, sobre todo, con humanidad.

¿Qué hace diferente a Loyola?

En Clínica Loyola, la seguridad no es negociable. Cada cirugía se realiza en quirófanos habilitados por el Ministerio de Salud, bajo condiciones estandarizadas y supervisadas por profesionales certificados. Nuestros procedimientos son realizados por cirujanos plásticos expertos, con el apoyo permanente de anestesiólogos, enfermeros profesionales, instrumentadoras, terapeutas y un equipo de recuperación especializado.

Contamos con todos los equipos de monitoreo, medicamentos de urgencia y protocolos internacionales actualizados. Además, nuestro modelo de atención contempla la evaluación médica multidisciplinaria previa, con exámenes clínicos, pruebas de laboratorio, ecografías y, cuando se requiere, evaluación psicológica o nutricional.

Seguridad total, en cada paso

En Loyola no ofrecemos cuerpos de catálogo. Cada paciente es único. Cada cuerpo tiene su historia, su genética, sus hábitos y sus emociones. Por eso, cada procedimiento que realizamos se basa en una valoración personalizada y profunda, donde no solo miramos medidas y zonas con grasa localizada, sino también motivaciones, expectativas, condiciones médicas y capacidad emocional para afrontar el proceso.

A diferencia de muchas promesas rápidas que se encuentran en internet, nosotros no operamos si no es seguro. No operamos si no hay una razón válida. Y no operamos si el paciente no está física y mentalmente listo. Porque nuestra prioridad no es tener más casos, es tener mejores resultados.

Un acompañamiento real, que no termina al salir del quirófano

La lipoescultura no termina cuando finaliza la cirugía. De hecho, es ahí donde empieza lo más importante: el postoperatorio. Por eso en Loyola no te entregamos una faja y te mandamos a casa. Te damos un plan postquirúrgico estructurado, con seguimiento diario en los primeros días, controles médicos periódicos, sesiones de drenaje linfático realizadas por terapeutas certificadas y asesoría nutricional si lo necesitas.

Durante todo este proceso, tendrás contacto directo con nuestro equipo de atención postoperatoria, disponible para resolver dudas, ayudarte con molestias y detectar a tiempo cualquier señal que requiera atención. Porque para nosotros, el resultado no es una foto en redes. Es tu bienestar físico, emocional y funcional.

Resultados reales, visibles y sostenibles

La transformación que ocurre en Clínica Loyola es visible, sí. Pero también es profunda. Nuestros pacientes no solo se ven mejor. Caminan diferentes. Se visten con más seguridad. Recuperan su relación con el espejo, con su pareja, con su trabajo, con su salud. Y lo logran sin poner en riesgo su vida, ni su dignidad, ni su tiempo.

Muchos de quienes llegan a nosotros vienen luego de pasar por lugares donde fueron mal asesorados, mal operados o simplemente decepcionados. Aquí encuentran otra manera de vivir un procedimiento estético. Una forma más profesional, más ética, más humana.

Y quienes vienen por primera vez, se quedan. Porque entienden que lo que hacemos va mucho más allá de la estética: es devolverle a cada persona la posibilidad de reconocerse en el cuerpo que desea habitar.

Esto no es una moda. Es medicina estética con ciencia y consciencia

En Loyola no hacemos lipoesculturas por impulso. Hacemos procedimientos responsables, indicados por necesidad, planificados con criterio, ejecutados con precisión y acompañados con honestidad. No trabajamos para likes ni para tendencias. Trabajamos para pacientes que entienden que la salud está primero, incluso cuando lo que se busca es verse mejor.

Agenda tu valoración en Clínica Loyola

Si estás considerando hacerte una lipoescultura y quieres hacerlo de la manera correcta, te invitamos a agendar tu cita de valoración con nuestros especialistas. En ella recibirás una evaluación médica completa, una explicación detallada del procedimiento, una revisión honesta de tus expectativas y un plan realista, seguro y profesional.

En Clínica Loyola no ofrecemos milagros. Ofrecemos resultados. Con ciencia, con experiencia y con empatía.

Clínica Loyola, lo hacemos todo por verte sonreír.

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