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Cómo desinflamar las encías después de una cirugía: cuidados y recomendaciones

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Las encías son uno de los tejidos más sensibles de la cavidad oral. Tras una cirugía bucal —ya sea una extracción dental, la colocación de implantes o una intervención periodontal— es normal que se presenten molestias como inflamación, dolor e incluso un ligero sangrado. Estos síntomas forman parte de la respuesta natural del cuerpo, pero para el paciente suelen generar preocupación e incomodidad.

La pregunta clave es: ¿cómo desinflamar las encías después de una cirugía de forma segura y efectiva? La respuesta involucra un conjunto de cuidados inmediatos, medidas caseras supervisadas y la guía profesional de especialistas en odontología.

Por qué se inflaman las encías después de una cirugía

La inflamación es una reacción biológica de defensa. Cuando un odontólogo interviene tejidos blandos y hueso durante un procedimiento, el organismo responde enviando más flujo sanguíneo a la zona afectada. Ese aumento genera enrojecimiento, calor e hinchazón, lo que en términos médicos se conoce como respuesta inflamatoria aguda.

La inflamación normal vs. una complicación

Según la American Academy of Periodontology, “la inflamación inicial después de una cirugía dental es un proceso esperado que ayuda a iniciar la cicatrización; lo importante es diferenciar entre una inflamación normal y una complicación postoperatoria”. Esto significa que, en la mayoría de los casos, la inflamación disminuye entre las 48 y 72 horas posteriores al procedimiento. Si la encía sigue muy hinchada después de una semana, o aparecen síntomas como pus, mal olor o fiebre, podría tratarse de una infección y requiere atención inmediata.

Cuidados inmediatos para desinflamar las encías

El éxito de la recuperación depende en gran medida de los cuidados posteriores. La Asociación Dental Americana (ADA) enfatiza que “los primeros días tras una cirugía oral son cruciales: aplicar correctamente las recomendaciones del especialista evita complicaciones y acelera el proceso de cicatrización”.

Aplicación de frío local

Uno de los métodos más efectivos para disminuir la inflamación en las primeras 24 horas es el uso de compresas frías externas. Aplicar una bolsa de gel frío o hielo envuelto en tela sobre la mejilla, en intervalos de 15 minutos, ayuda a reducir la hinchazón y el dolor. Es importante no colocar hielo directamente sobre la piel para evitar quemaduras por frío.

Reposo y cuidado postural

El descanso también es un aliado. Mantener la cabeza ligeramente elevada al dormir —con dos almohadas— disminuye la acumulación de líquidos en la zona intervenida, lo que favorece la reducción del edema. El reposo físico general, evitando esfuerzos y ejercicio intenso durante las primeras 48 horas, es igualmente clave.

Alimentación blanda y fría

Los alimentos fríos o a temperatura ambiente, como yogur, gelatina o sopas tibias, ayudan a calmar la inflamación y evitan el sangrado excesivo. Por el contrario, los alimentos duros, picantes o muy calientes deben evitarse, ya que irritan la encía en proceso de cicatrización.

Medicamentos y enjuagues recomendados para desinflamar las encías

El manejo farmacológico supervisado por un odontólogo es uno de los pilares para controlar la inflamación tras una cirugía oral. No se trata de automedicarse, sino de seguir estrictamente las indicaciones del especialista, quien prescribe según la magnitud de la intervención, el estado de salud del paciente y la posible interacción con otros medicamentos.

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como el ibuprofeno o el naproxeno, suelen ser los fármacos más recetados para disminuir la inflamación y el dolor tras procedimientos dentales. La Clínica Mayo (Mayo Clinic, 2023) señala que “los AINEs actúan bloqueando las enzimas que producen prostaglandinas, sustancias responsables de la inflamación y el dolor en los tejidos lesionados”. Sin embargo, su uso debe ser siempre controlado por el odontólogo, ya que en pacientes con problemas gástricos, renales o cardiovasculares podrían no ser recomendados.

En casos donde el dolor sea intenso o el paciente no tolere los AINEs, algunos profesionales prescriben analgésicos combinados o, en raras ocasiones, corticoides orales para disminuir la inflamación severa.

La higiene oral tras la cirugía es fundamental, pero debe realizarse con delicadeza. En este contexto, el enjuague con clorhexidina al 0,12% es una de las recomendaciones más frecuentes. Según la American Dental Association (ADA, 2022), “la clorhexidina es el antiséptico más eficaz en la reducción de bacterias orales después de procedimientos quirúrgicos, disminuyendo el riesgo de infección y favoreciendo la cicatrización de las encías”.

Es importante no realizar enjuagues vigorosos en las primeras 24 horas, ya que esto podría desprender el coágulo que protege la zona intervenida. Generalmente, el odontólogo recomienda iniciar con enjuagues suaves a partir del segundo día.

El uso de antibióticos no es rutinario después de todas las cirugías dentales. La European Federation of Periodontology (EFP, 2021) advierte que deben reservarse únicamente para casos de alto riesgo, como cirugías extensas, pacientes inmunocomprometidos o antecedentes de infecciones recurrentes. El abuso de antibióticos puede generar resistencia bacteriana, un problema de salud pública que preocupa a la comunidad médica a nivel global.

Terapias complementarias para la desinflamación

Además de medicamentos y enjuagues, algunos enfoques complementarios han mostrado eficacia para reducir la inflamación postoperatoria, siempre bajo supervisión profesional.

Un enjuague casero con agua tibia y sal, preparado con media cucharadita de sal disuelta en un vaso de agua, puede ayudar a limpiar suavemente la zona intervenida y reducir la inflamación. La National Health Service (NHS, Reino Unido, 2022) recomienda esta práctica porque “favorece la limpieza sin irritar los tejidos y ayuda a mantener un ambiente oral menos propenso a la proliferación bacteriana”.

Algunas clínicas odontológicas incorporan tecnologías como el láser de baja intensidad para reducir la inflamación y acelerar la cicatrización. Un estudio publicado en Journal of Clinical Periodontology (2019) concluyó que “la terapia láser de baja potencia disminuye significativamente la inflamación postquirúrgica y reduce el dolor en comparación con métodos convencionales”.

La vitamina C y el zinc desempeñan un papel fundamental en la reparación de tejidos. La Harvard T.H. Chan School of Public Health explica que “el consumo adecuado de vitamina C fortalece la formación de colágeno, esencial para la cicatrización, mientras que el zinc interviene en la respuesta inmunológica”. Por esta razón, incorporar alimentos como cítricos, pimientos, frutos secos y legumbres puede favorecer la recuperación.

Señales de alarma: cuándo la inflamación de las encías no es normal

Si bien la inflamación tras una cirugía oral es esperada, existen situaciones en las que se convierte en una señal de alerta. Identificar a tiempo cuándo la hinchazón es parte del proceso natural de cicatrización y cuándo puede indicar complicaciones es fundamental para preservar la salud bucal y evitar infecciones mayores.

Inflamación que no cede tras varios días

Lo normal es que la hinchazón alcance su punto máximo entre las 48 y 72 horas después del procedimiento y luego comience a disminuir. Según el National Institute of Dental and Craniofacial Research (NIDCR, EE. UU., 2022), “si la inflamación persiste más de una semana o se intensifica con el tiempo, podría estar indicando una infección o un problema de cicatrización que requiere intervención profesional inmediata”.

Dolor agudo y sangrado excesivo

El dolor suele controlarse con los analgésicos recetados por el odontólogo. Sin embargo, un dolor que aumenta en intensidad, que no responde a la medicación o que se acompaña de sangrado abundante, puede ser un signo de complicación. La Asociación Española de Cirugía Oral y Maxilofacial advierte que “los sangrados abundantes o que reaparecen después de varios días son un motivo claro para acudir de inmediato a revisión, ya que podrían deberse a una alteración en la cicatrización o a la apertura de suturas”.

Fiebre y secreción con mal olor

La presencia de fiebre, pus o secreción con olor desagradable son indicadores directos de infección. En palabras del periodoncista alemán Dr. Jörg Meyle, expresidente de la European Federation of Periodontology (EFP): “La combinación de fiebre y supuración en una zona intervenida nunca debe normalizarse. Es una clara señal de que el organismo está luchando contra una infección y se necesita atención médica inmediata” (EFP Perio Workshop, 2019).

Dificultad para abrir la boca o tragar

Algunas personas pueden desarrollar lo que se conoce como trismo, es decir, la imposibilidad de abrir la boca de forma adecuada debido a la inflamación de los músculos cercanos a la zona quirúrgica. La American Association of Oral and Maxillofacial Surgeons (AAOMS) señala que, cuando este síntoma es persistente y se acompaña de inflamación en cuello o dificultad para tragar, puede indicar una infección extendida y requiere atención hospitalaria urgente.

Importancia de acudir a controles postoperatorios

Más allá de las señales de alarma, el seguimiento con el especialista es esencial. Según la odontóloga chilena Dra. Andrea Chimenos-Küstner, profesora de Odontología en la Universidad de Barcelona, “el éxito de un procedimiento quirúrgico no depende solo de la técnica realizada, sino del seguimiento clínico posterior; una revisión a los pocos días permite detectar complicaciones tempranas y corregirlas antes de que se conviertan en un problema mayor” (Revista Española de Periodoncia y Osteointegración, 2021).

En este sentido, nunca debe asumirse que el dolor o la inflamación extrema son normales. Un control profesional garantiza tranquilidad y seguridad en el proceso de cicatrización.

Estrategias caseras seguras para ayudar a desinflamar las encías

Aunque el tratamiento médico y los medicamentos recetados son la base de una buena recuperación, existen medidas complementarias que los pacientes pueden aplicar en casa para favorecer la cicatrización y disminuir la inflamación. Lo importante es diferenciar entre aquellas prácticas respaldadas por la ciencia y las que, aunque populares, no tienen sustento médico y pueden resultar perjudiciales.

1- Enjuagues con agua salina tibia

Probablemente el método casero más recomendado. El National Health Service (NHS, Reino Unido, 2023) indica que “hacer enjuagues suaves con agua tibia y sal después de las primeras 24 horas contribuye a limpiar el área quirúrgica y a mantener la zona libre de bacterias, lo que ayuda a reducir la inflamación”. Es importante destacar que el enjuague debe hacerse de forma delicada, sin movimientos bruscos de la boca, para no afectar el coágulo que protege la encía en proceso de cicatrización.

2- Hidratación adecuada

Mantenerse bien hidratado favorece el transporte de nutrientes y la oxigenación de los tejidos. Según la Harvard Medical School (2022), una correcta hidratación permite que el cuerpo sostenga mejor la respuesta inflamatoria y acelere la cicatrización. Se recomienda consumir suficiente agua y evitar bebidas alcohólicas o muy azucaradas, que irritan la mucosa oral.

3- Alimentación blanda y rica en nutrientes

Los alimentos juegan un papel fundamental en la recuperación. El Journal of Periodontology (2020) subraya que “una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y alimentos blandos facilita la cicatrización y reduce la inflamación”. Se recomienda priorizar alimentos como purés de vegetales, yogur, sopas suaves y frutas blandas. Deben evitarse comidas muy calientes, picantes o crujientes, que pueden irritar la herida.

4- Evitar tabaco y alcohol

El consumo de tabaco y alcohol es uno de los mayores enemigos de la cicatrización. La World Health Organization (WHO, 2022) advierte que “el tabaco afecta directamente el riego sanguíneo de las encías, retrasando la curación y aumentando el riesgo de complicaciones postquirúrgicas”. De igual forma, el alcohol puede irritar la herida y comprometer el proceso de recuperación.

5- Uso responsable de compresas frías y calientes

En las primeras 24 horas, el frío es la mejor herramienta para disminuir la inflamación. A partir del segundo o tercer día, algunos especialistas permiten la aplicación de calor local moderado (como paños tibios) para favorecer la circulación y disminuir la rigidez muscular. La American Dental Association (ADA, 2022) recomienda seguir siempre la pauta indicada por el odontólogo, ya que el uso inapropiado del calor puede agravar la inflamación si se aplica demasiado pronto.

Qué NO hacer en casa tras una cirugía oral

Junto a las recomendaciones seguras, existen prácticas muy difundidas que deben evitarse porque no tienen respaldo científico o incluso pueden causar complicaciones.

1- No aplicar remedios caseros sin evidencia

El uso de sustancias como bicarbonato en exceso, alcohol, vinagre o aceites esenciales directamente sobre la herida no está respaldado por ninguna entidad odontológica internacional. Según la American Association of Oral and Maxillofacial Surgeons (AAOMS, 2021), estas prácticas pueden irritar los tejidos blandos y retrasar la cicatrización.

2- No automedicarse antibióticos o antiinflamatorios

El consumo de fármacos sin supervisión profesional es un error frecuente. Además de generar resistencia bacteriana, puede enmascarar los síntomas de una complicación grave. El Centers for Disease Control and Prevention (CDC, EE. UU., 2023) insiste en que “el uso indebido de antibióticos es una de las principales amenazas para la salud pública, y la odontología no está exenta de este riesgo”.

Preguntas frecuentes sobre cómo desinflamar las encías después de una cirugía

En toda consulta odontológica, los pacientes suelen repetir una serie de preguntas clave relacionadas con la inflamación tras una cirugía. Responderlas con información clara y avalada por expertos es fundamental para que los pacientes se sientan seguros y puedan llevar un proceso de recuperación tranquilo.

¿Cuánto tiempo dura la inflamación de las encías después de una cirugía?

La inflamación alcanza su punto máximo entre las primeras 48 y 72 horas y luego empieza a disminuir progresivamente. El National Institute of Dental and Craniofacial Research (NIDCR, 2022) indica que la mayoría de los pacientes notan una mejora significativa hacia el quinto o séptimo día. Sin embargo, la duración exacta depende del tipo de cirugía y del estado general de salud del paciente.

Se recomiendan alimentos blandos, fríos o a temperatura ambiente, que no requieran masticación excesiva y que sean ricos en nutrientes. El Journal of Periodontology (2020) enfatiza que frutas blandas, yogur, sopas suaves, purés y proteínas magras son ideales para la recuperación. Lo que debe evitarse son alimentos muy calientes, picantes, crujientes o ácidos, que pueden irritar la encía.

No todos los enjuagues son recomendables. Los que contienen alcohol pueden irritar los tejidos y retrasar la cicatrización. La American Dental Association (ADA, 2022) sugiere que, salvo indicación del odontólogo, los pacientes usen enjuagues de clorhexidina al 0,12%, ya que son los más eficaces para reducir bacterias y favorecer la cicatrización tras procedimientos quirúrgicos.

Sí, el dolor leve o moderado suele acompañar a la inflamación inicial. Sin embargo, si el dolor aumenta con los días, se vuelve intenso o no cede con los analgésicos prescritos, podría ser un signo de complicación. La European Federation of Periodontology (EFP, 2021) recomienda que todo dolor fuera de lo común sea consultado cuanto antes con el especialista.

No. Tanto el tabaco como el alcohol interfieren con la cicatrización y aumentan el riesgo de infecciones. La World Health Organization (WHO, 2022) advierte que fumar disminuye la irrigación sanguínea en las encías, retrasando la curación, mientras que el alcohol genera irritación local y puede interactuar con los medicamentos recetados.

La presencia de fiebre, secreción con mal olor, sangrado abundante o inflamación que no disminuye después de una semana son señales claras de que algo no está bien. Como explica el Dr. Jörg Meyle, de la European Federation of Periodontology, “nunca debe asumirse que una encía inflamada y dolorosa durante varios días es normal; la consulta temprana con el especialista puede prevenir complicaciones graves” (EFP Perio Workshop, 2019).

Mitos y verdades sobre cómo desinflamar las encías después de una cirugía

Alrededor de los cuidados postoperatorios circulan muchas creencias populares. Algunas son prácticas seguras que han sido comprobadas científicamente, pero otras pueden poner en riesgo la recuperación y complicar el proceso de cicatrización. Aquí desglosamos los principales mitos y verdades sobre la desinflamación de las encías tras una cirugía oral.

“Aplicar alcohol o vinagre en la encía ayuda a desinfectar” — Mito

“El hielo es la mejor forma de desinflamar en las primeras horas” — Verdad

“Masticar chicle ayuda a fortalecer las encías y reducir la hinchazón” — Mito

“El agua con sal es un buen aliado para la recuperación” — Verdad

“Mientras más me cepille, más rápido sanarán mis encías” — Mito

“La vitamina C ayuda a desinflamar y a cicatrizar mejor” — Verdad

“Puedo fumar un cigarrillo porque no afecta tanto la encía” — Mito

Confiar en evidencia, no en consejos caseros

Los mitos sobre el cuidado de las encías tras una cirugía se transmiten fácilmente entre familiares y amigos, pero solo la evidencia científica y la guía profesional ofrecen seguridad. Como subraya la odontóloga española Dra. Marina Aguirre, miembro de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA): “El éxito de una cirugía no termina en el quirófano. Se consolida en casa, con unos cuidados basados en evidencia científica y no en remedios populares” (SEPA, 2022).

La importancia de un acompañamiento profesional en la recuperación

Aunque los cuidados caseros y las recomendaciones generales son de gran ayuda, cada paciente tiene un proceso de recuperación distinto. La inflamación puede variar según la complejidad de la cirugía, el estado de salud general y hasta la respuesta del propio organismo. Por eso, lo más seguro siempre será contar con el acompañamiento de especialistas certificados, que puedan evaluar cada caso de manera personalizada y detectar cualquier complicación a tiempo.

Evitar riesgos con atención en clínicas especializadas

Según la American Association of Oral and Maxillofacial Surgeons (AAOMS, 2022), “la mejor forma de prevenir complicaciones tras una cirugía oral es realizar los procedimientos en centros certificados, con profesionales entrenados y protocolos de bioseguridad estandarizados”. Esto garantiza no solo una intervención exitosa, sino también un proceso de recuperación controlado.

En Colombia, cada vez más pacientes valoran la importancia de elegir una clínica con experiencia comprobada, tecnología avanzada y profesionales reconocidos. La elección del lugar adecuado puede marcar la diferencia entre una recuperación tranquila y un proceso lleno de complicaciones.

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Un llamado a cuidar tu salud oral

La inflamación después de una cirugía en las encías es normal, pero su manejo adecuado es lo que asegura el éxito de todo el tratamiento. No se trata de aguantar el dolor o de probar remedios caseros sin respaldo, sino de confiar tu salud a especialistas que saben cómo actuar en cada situación.

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