Clínica Loyola

Pexia con implantes: qué es, cómo se realiza y cuándo considerarla

Home | Cirugía estética | Pexia con implantes: qué es, cómo se realiza y cuándo considerarla

En la cirugía plástica moderna, la pexia con implantes se ha consolidado como una de las intervenciones más solicitadas por mujeres que buscan corregir la caída de los senos y, al mismo tiempo, recuperar o aumentar su volumen. Este procedimiento combina la mastopexia (levantamiento mamario) con la colocación de prótesis, logrando resultados que van más allá de lo estético: para muchas pacientes, significa una recuperación de la confianza, la seguridad personal y la comodidad con su propia imagen.

¿En qué consiste la pexia con implantes?

La pexia mamaria, también conocida como mastopexia, tiene como objetivo reposicionar el tejido mamario y el complejo areola-pezón a una posición más armónica y juvenil. Cuando se combina con implantes mamarios, la finalidad es doble: elevar y dar soporte a la mama, y aportar volumen adicional si este se ha reducido con el tiempo.

Según datos de la American Society of Plastic Surgeons (ASPS), las cirugías combinadas de levantamiento con implantes han incrementado su demanda en un 38 % en la última década en Estados Unidos, en parte por la mayor concienciación de las pacientes sobre la posibilidad de lograr un resultado integral en una sola intervención.

“No se trata únicamente de insertar un implante; la verdadera clave está en restaurar el soporte interno y garantizar la durabilidad del resultado”, afirma el Dr. Alan Matarasso, cirujano plástico certificado y expresidente de la ASPS.

El procedimiento implica eliminar el exceso de piel, remodelar la glándula mamaria y reposicionar el pezón. Posteriormente, se coloca el implante —generalmente de silicona cohesiva— ya sea en plano subglandular o submuscular, dependiendo de la anatomía de la paciente, el grosor del tejido y las recomendaciones médicas.

¿Quiénes son candidatas para una pexia con implantes?

La indicación de esta cirugía no es universal para todas las mujeres con ptosis mamaria. Se recomienda principalmente cuando hay una combinación de caída moderada o severa y pérdida de volumen glandular. Esto suele ocurrir después de embarazos, lactancias prolongadas, cambios hormonales o pérdidas significativas de peso.

Un estudio publicado en Aesthetic Surgery Journal (2022) comparó los resultados de la mastopexia sola versus la pexia con implantes, concluyendo que las pacientes que optaron por la cirugía combinada reportaron mayor satisfacción en forma y proyección, aunque el posoperatorio fue más demandante.

La importancia de la consulta previa

Antes de decidir someterse a una pexia con implantes, es imprescindible una valoración exhaustiva con un cirujano plástico certificado. En esta consulta se analiza:

  • La calidad y elasticidad de la piel.
  • El grado de caída (clasificación de ptosis).
  • El volumen y la densidad del tejido mamario.
  • El tamaño y la posición de las areolas.
  • Las expectativas de la paciente.

Tal como lo señala el Dr. Per Hedén, cirujano plástico sueco reconocido por sus avances en cirugía mamaria y cofundador de Akademikliniken en Estocolmo:

“La planificación es el 80 % del éxito en cirugía estética. En la pexia con implantes, elegir el tipo de prótesis, la técnica de levantamiento y el manejo de la piel son decisiones críticas que determinan la naturalidad y la longevidad del resultado”.

Este análisis inicial también sirve para explicar los riesgos, las posibles cicatrices y el tiempo estimado de recuperación, elementos clave para que la paciente tome una decisión informada.

Pexia con implantes: el procedimiento paso a paso

La pexia con implantes no es una intervención estándar que se pueda ejecutar de la misma manera para todas las pacientes. Es una cirugía altamente personalizada, que requiere un análisis minucioso de la anatomía, la calidad de los tejidos y las expectativas.

De acuerdo con la American Society for Aesthetic Plastic Surgery (ASAPS), el éxito de la cirugía combinada radica en la capacidad del cirujano para equilibrar tres factores: el levantamiento de la mama, el volumen adecuado del implante y la distribución homogénea de la tensión en la piel. Estos tres elementos, cuando se gestionan correctamente, permiten obtener resultados duraderos y estéticamente armónicos.

Valoración preoperatoria y planificación quirúrgica

El primer paso siempre es la consulta preoperatoria, en la que se revisa la historia clínica, se detectan posibles factores de riesgo y se realizan exámenes complementarios como mamografía o ecografía mamaria. También se definen las medidas del tórax y el busto, para seleccionar el tamaño y proyección del implante más adecuado.

Tal como señala el Dr. Per Hedén, cirujano plástico sueco y referente mundial en cirugía mamaria:

“La elección de un implante no es solo una cuestión de volumen; se trata de seleccionar una forma y proyección que integren la prótesis al contorno natural de la paciente. El exceso de volumen puede comprometer los tejidos y acortar la duración del resultado”.

La valoración incluye además la evaluación de la ptosis (caída), que puede clasificarse en grados I, II o III, y que determinará si la cirugía requiere una incisión más amplia para lograr un levantamiento suficiente.

Tipos de incisiones más utilizadas

El tipo de incisión es uno de los aspectos más determinantes en la pexia con implantes. No solo influye en el resultado estético, sino también en la visibilidad de las cicatrices y en la capacidad del cirujano para remodelar el tejido mamario. Las más frecuentes son:

se realiza alrededor de la areola y es ideal para casos leves de caída. Su ventaja es que la cicatriz queda camuflada en el borde pigmentado. Sin embargo, tiene limitaciones en la cantidad de piel que puede retirarse.

combina la periareolar con una línea vertical hacia el surco submamario. Permite corregir caídas moderadas y es una de las más empleadas por su balance entre resultado y discreción de la cicatriz.

indicada en ptosis severas. Permite una amplia resección de piel y un remodelado profundo del tejido, aunque deja cicatrices más extensas.

Según un artículo de la European Journal of Plastic Surgery, la elección de la incisión correcta es clave para reducir tensiones y mejorar la calidad de cicatrización. El uso de técnicas de sutura intradérmica y materiales de última generación puede hacer que las marcas sean mucho menos visibles a largo plazo.

Colocación del implante

Una vez preparado el tejido y reposicionado el pezón, se procede a la colocación de la prótesis. Existen dos posiciones principales:

  • Plano subglandular: el implante se coloca debajo de la glándula mamaria y sobre el músculo pectoral. Es una opción válida cuando la paciente tiene suficiente tejido para cubrir el implante y busca una recuperación más rápida.
  • Plano submuscular: el implante se ubica debajo del músculo pectoral mayor. Proporciona un acabado más natural en pacientes con poco tejido y reduce el riesgo de contractura capsular.

La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos aconseja que, antes de la cirugía, las pacientes reciban información clara y por escrito sobre el tipo de implante (silicona cohesiva o solución salina), sus beneficios y riesgos, y la vida útil estimada del dispositivo.

Pexia con implantes: recuperación, cuidados y seguimiento

La recuperación tras una pexia con implantes es una fase crucial que influye directamente en la calidad y durabilidad del resultado final. Aunque la técnica quirúrgica es fundamental, el compromiso de la paciente con los cuidados postoperatorios puede marcar la diferencia entre una cicatrización óptima y complicaciones evitables.

Según un estudio publicado en Plastic and Reconstructive Surgery (2021), más del 90 % de las pacientes que siguen rigurosamente las indicaciones postoperatorias reportan altos niveles de satisfacción a largo plazo, con mínima incidencia de complicaciones.

El posoperatorio inmediato

Las primeras 48 a 72 horas son clave para controlar la inflamación, el dolor y el riesgo de sangrado. Es habitual que el cirujano indique el uso de un sujetador postquirúrgico especial, diseñado para mantener la posición de las mamas y favorecer la cicatrización interna. Este sujetador debe usarse de forma continua durante varias semanas.

La paciente puede experimentar sensación de tensión en el pecho, dolor moderado y cambios en la sensibilidad de los pezones o la piel. “Estos síntomas suelen mejorar gradualmente, y en la mayoría de los casos, las pacientes pueden retomar actividades cotidianas ligeras en una semana, siempre bajo autorización médica”, indica la Dra. Caroline A. Glicksman, cirujana plástica certificada por la American Board of Plastic Surgery y miembro de la American Society for Aesthetic Plastic Surgery.

Manejo del dolor y la inflamación

El dolor postoperatorio suele controlarse con analgésicos prescritos por el cirujano, que pueden incluir antiinflamatorios no esteroideos y, en algunos casos, medicación más específica. Además, se recomienda dormir en posición semisentada para reducir la presión sobre el área intervenida.

La aplicación de compresas frías en intervalos cortos puede ayudar a disminuir la inflamación, aunque siempre debe hacerse siguiendo las indicaciones del equipo médico para evitar lesiones por frío.

Cuidados durante las primeras semanas

Las siguientes pautas son esenciales durante la fase inicial de recuperación:

  • Evitar levantar peso: no cargar objetos pesados ni realizar movimientos bruscos de brazos durante al menos cuatro semanas.
  • Mantener una higiene adecuada: seguir las indicaciones para la limpieza de las heridas y el cambio de apósitos.
  • Controlar la exposición solar: evitar la luz directa en las cicatrices para prevenir hiperpigmentación.
  • Acudir a controles médicos periódicos: las revisiones permiten detectar y tratar precozmente cualquier alteración.

Un artículo de la British Association of Plastic, Reconstructive and Aesthetic Surgeons (BAPRAS) resalta que el cumplimiento estricto de las revisiones postoperatorias es determinante para optimizar el resultado estético y funcional.

Retorno a la actividad física

La actividad física de bajo impacto, como caminar, puede retomarse a los pocos días si el cirujano lo autoriza, ya que ayuda a la circulación y a la recuperación general. No obstante, los ejercicios de alta intensidad, especialmente aquellos que implican el tren superior, deben evitarse durante seis a ocho semanas.

“Una reactivación física prematura puede comprometer la cicatrización interna y alterar la posición del implante”, advierte el Dr. Dennis C. Hammond, reconocido especialista estadounidense en cirugía mamaria y autor de referencia en técnicas de mastopexia.

Resultados y su estabilización

El resultado final de la pexia con implantes no es inmediato. Durante los primeros meses, las mamas pueden presentarse más altas o firmes de lo esperado debido a la inflamación y la adaptación de los tejidos al implante. Con el tiempo, el busto adquiere una forma más natural, generalmente entre el tercer y sexto mes postoperatorio.

Preguntas frecuentes

¿La pexia con implantes deja cicatrices muy visibles?

Toda cirugía mamaria implica cicatrices, pero su extensión y visibilidad dependen de la técnica utilizada, la calidad de la piel y el cuidado postoperatorio. Según la British Association of Plastic, Reconstructive and Aesthetic Surgeons (BAPRAS), con técnicas modernas de sutura intradérmica y protección solar adecuada, las cicatrices suelen atenuarse significativamente con el tiempo, llegando a ser apenas perceptibles después de un año.

En la mayoría de los casos, sí. Si el soporte de la mama se mantiene y no hay nueva caída significativa, el recambio de implantes puede realizarse sin un nuevo levantamiento. Sin embargo, factores como el envejecimiento, la pérdida de elasticidad o cambios de peso pueden requerir una nueva intervención combinada.

En general, sí, especialmente si la cirugía conserva las estructuras glandulares y los conductos. La American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) indica que la lactancia tras cirugías mamarias es posible, aunque puede verse reducida en casos de técnicas más invasivas.

Con cuidados adecuados, los resultados pueden mantenerse durante muchos años. No obstante, el envejecimiento, las variaciones de peso y los cambios hormonales pueden alterar la forma de las mamas con el tiempo.

Sí, es frecuente combinar la pexia con implantes con procedimientos como abdominoplastia o liposucción, lo que se conoce como mommy makeover. Según la ASPS, esta combinación es segura en pacientes bien seleccionadas y con buena salud general.

Mitos y verdades sobre la pexia con implantes

Mito 1: “Los implantes provocan cáncer de mama”

Mito 2: “Siempre se pierde la sensibilidad del pezón”

Mito 3: “Los implantes deben cambiarse cada 10 años”

Mito 4: “No se puede hacer ejercicio con implantes”

Por qué realizar su pexia con implantes en Clínica Loyola

Elegir dónde y con quién realizarse una cirugía plástica no es una decisión menor. En el caso de la pexia con implantes, el éxito del procedimiento depende tanto de la técnica quirúrgica como del entorno en el que se lleva a cabo y del respaldo profesional que reciba la paciente antes, durante y después de la intervención.

En Clínica Loyola no solo contamos con cirujanos plásticos reconocidos y certificados por las principales sociedades médicas nacionales e internacionales, sino que también disponemos de quirófanos propios, completamente equipados y con estándares hospitalarios de primer nivel. Esto nos permite garantizar la máxima seguridad, control y calidad en cada cirugía, sin depender de instalaciones externas.

Atención personalizada y seguimiento integral

En Clínica Loyola, somos profesionales en Odontología, Ortodoncia invisible, implantes dentales, cirugía plástica, medicina estética y mucho más.

Desde la primera consulta, cada paciente recibe un plan quirúrgico diseñado a su medida, con estudios previos completos y una explicación clara de la técnica, los beneficios y los cuidados postoperatorios. Nuestro compromiso no termina al salir del quirófano: ofrecemos un seguimiento cercano y continuo, con revisiones periódicas y acompañamiento profesional para asegurar que la recuperación sea óptima y los resultados perduren.

A diferencia de otras clínicas que solo alquilan espacios para operar, en Clínica Loyola el control de cada etapa del proceso está en nuestras manos. Esto significa mayor tranquilidad para usted y la certeza de que cada detalle —desde la asepsia hasta la tecnología utilizada— cumple con los más altos estándares internacionales.

Resultados naturales y duraderos

 

Nuestro objetivo no es solo transformar la apariencia, sino hacerlo con equilibrio, armonía y seguridad. Los resultados de nuestras pexias con implantes son el reflejo de años de experiencia combinados con técnicas de vanguardia y materiales de la más alta calidad, seleccionados para ofrecer naturalidad, simetría y estabilidad a largo plazo.

Su seguridad, su confianza y su belleza merecen lo mejor.
 En Clínica Loyola encontrará un equipo humano excepcional, instalaciones de primer nivel y la experiencia necesaria para que su pexia con implantes sea una decisión que le brinde satisfacción y bienestar durante muchos años.

Agende su valoración hoy mismo y dé el primer paso hacia el cambio que ha imaginado, con la tranquilidad de estar en las mejores manos.

Visítanos en nuestras sedes en Bogotá, Medellín, Bucaramanga o Fusagasugá, o contáctanos a través de www.clinicaloyola.com para más información.

Clínica Loyola. Ciencia, experiencia y belleza al servicio de tu bienestar.

Scroll to Top