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Mamoplastia: Qué es, tipos, riesgos y recuperación – Todo lo que debes saber

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La mamoplastia es uno de los procedimientos de cirugía plástica más solicitados a nivel mundial. Ya sea para aumentar, reducir o levantar los senos, esta intervención no solo responde a necesidades estéticas, sino también a requerimientos funcionales y emocionales de muchas personas. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la mamoplastia, de la mano de expertos internacionales.

¿Qué es una mamoplastia?

La mamoplastia es una cirugía que modifica la forma, el tamaño o la posición de los senos. Existen varios tipos de mamoplastia, entre ellos la de aumento, la de reducción y la mastopexia o elevación mamaria.

De acuerdo con la American Society of Plastic Surgeons (ASPS), “la mamoplastia de aumento ha sido el procedimiento estético más popular en Estados Unidos durante varios años, pero en los últimos tiempos también ha aumentado la demanda de reducciones mamarias y de mastopexias debido a cambios en las tendencias de belleza y mayor conciencia sobre la salud”.

Consideraciones importantes antes de una mamoplastia

Antes de someterse a una mamoplastia, es fundamental evaluar varios aspectos personales y médicos.

“Una buena candidatas para mamoplastia es aquella que tiene expectativas realistas, está en buen estado de salud y comprende los posibles resultados y riesgos de la cirugía”, indica la Dra. Amy Wechsler, dermatóloga y psiquiatra estadounidense.

Factores a considerar incluyen:

  • Estado de salud general.
  • Historia clínica previa.
  • Expectativas realistas.
  • Disponibilidad de tiempo para la recuperación.
  • Apoyo emocional y familiar.

Tipos de mamoplastia

La mamoplastia de aumento consiste en la colocación de implantes de silicona o solución salina para incrementar el volumen de los senos. Esta intervención suele realizarse por razones estéticas o reconstructivas, como en casos de mastectomía. La Dra. Lisa Cassileth, cirujana plástica certificada en Beverly Hills, explica: “Los implantes modernos han evolucionado para ofrecer una apariencia y sensación más natural. Sin embargo, es vital que las pacientes discutan todas las opciones y riesgos con su cirujano”. Existen distintas vías de acceso (axilar, inframamaria o periareolar) y ubicaciones (subglandular o submuscular) para colocar los implantes, cada una con ventajas y consideraciones específicas.
La mamoplastia de reducción está indicada para mujeres (y también hombres con ginecomastia) que experimentan dolor de espalda, irritaciones en la piel o dificultades para realizar actividades físicas debido al tamaño excesivo de sus senos. El Dr. Dennis Hammond, miembro de la American Society for Aesthetic Plastic Surgery (ASAPS), señala: “La reducción mamaria mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes, aliviando dolencias físicas y mejorando su autoestima”.
La mastopexia busca corregir la ptosis mamaria (caída de los senos), común tras embarazos, lactancia o pérdida importante de peso. A diferencia de la mamoplastia de aumento, no necesariamente implica implantes. Según la Clínica Mayo, “la mastopexia implica remover el exceso de piel y tensar los tejidos circundantes para proporcionar un nuevo contorno al busto”.

Mamoplastia en hombres: un tema en crecimiento

La ginecomastia, o aumento anormal del tejido mamario en hombres, ha incrementado la demanda de mamoplastias masculinas. La International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS) reporta que “la cirugía para ginecomastia representa el 8% de los procedimientos estéticos masculinos en el mundo”. Este procedimiento busca devolver una apariencia firme y plana al pecho masculino, y su recuperación suele ser más rápida que en las mujeres.

Riesgos de la mamoplastia

Como toda cirugía, la mamoplastia implica riesgos que deben ser considerados cuidadosamente. Entre los riesgos comunes se incluyen:
  • Infección.
  • Sangrado.
  • Cicatrices anormales.
  • Cambios en la sensibilidad del pezón o el seno.
  • Contractura capsular (en el caso de los implantes).
  • Necesidad de cirugías adicionales.
El Dr. Michael Law, cirujano plástico en Carolina del Norte, advierte: “No existe una cirugía libre de riesgos. Es fundamental una evaluación preoperatoria rigurosa y la selección de un cirujano certificado”.

Recuperación tras una mamoplastia

La recuperación depende del tipo de mamoplastia realizada y de las características individuales del paciente.
  • Generalmente, se recomienda: Reposo relativo por al menos dos semanas.
  • Uso de brasieres quirúrgicos especiales.
  • Evitar cargar peso o realizar ejercicios de alto impacto durante cuatro a seis semanas.
  • Monitoreo continuo para detectar signos de infección o complicaciones.
“Una buena recuperación empieza desde la preparación prequirúrgica. Seguir las recomendaciones del médico es clave para un resultado exitoso”, afirma la Dra. Kristi Hustak, cirujana plástica en Houston.

Tendencias actuales en mamoplastia

Las tendencias mundiales apuntan a resultados más naturales, cicatrices más pequeñas y menor uso de implantes grandes. Datos recientes de la ISAPS indican que “cada vez más mujeres están optando por mastopexias sin implantes o reducciones mamarias para priorizar la comodidad y la movilidad sobre el volumen”. Asimismo, técnicas como la lipotransferencia (uso de grasa propia para aumentar volumen) ganan popularidad como alternativa a los implantes.

Consejos para elegir un buen cirujano plástico

Elegir al cirujano adecuado es una de las decisiones más importantes para garantizar el éxito de la mamoplastia.

La American Board of Plastic Surgery (ABPS) recomienda:

  • Verificar que el cirujano esté certificado.
  • Revisar testimonios y resultados de otros pacientes.
  • Solicitar ver fotos de antes y después.
  • Sentirse cómodo y escuchado durante la consulta.
  • Preguntar por todas las opciones y riesgos.

Preguntas frecuentes sobre la mamoplastia

¿Cuánto tiempo duran los implantes mamarios?

La duración promedio de los implantes es de 10 a 15 años. No son dispositivos de por vida y pueden requerir reemplazo.
Sí, muchas mujeres pueden amamantar normalmente después de una mamoplastia. No obstante, dependerá de la técnica quirúrgica utilizada. Es importante discutir este aspecto antes de la operación.
Los resultados iniciales son visibles tras la cirugía, pero el resultado definitivo puede tardar de seis meses a un año, mientras los tejidos se acomodan y las cicatrices maduran.
El dolor es manejable con medicamentos analgésicos prescritos. La mayoría de los pacientes refiere molestias moderadas durante los primeros días postoperatorios.
El costo varía según el tipo de procedimiento, el cirujano y la región geográfica. En Colombia, puede oscilar entre 12 y 20 millones de pesos colombianos, según datos de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (SCCP).

Conclusión: La mamoplastia puede cambiar tu vida

En Clínica Loyola, somos profesionales en Odontología, Ortodoncia invisible, implantes dentales, cirugía plástica, medicina estética y mucho más.
La mamoplastia es mucho más que un procedimiento estético: puede ser una transformación profunda en la calidad de vida, el bienestar físico y emocional. No obstante, es esencial informarse bien, acudir a profesionales certificados y tener expectativas realistas. Si estás considerando una mamoplastia, te invitamos a agendar una valoración con los especialistas de Clínica Loyola, donde encontrarás atención íntegra, humana y personalizada para acompañarte en este importante paso. ¡Contáctanos hoy mismo y descubre la mejor versión de ti!
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